La música de los amigos

¿Has comparado alguna vez a las personas con la música?

Es un experimento interesante, las personas entran en nuestras vidas transmitiendo siempre una especie de melodía. Algunas llegan atropelladamente como el viento en una tempestad; otras, con la dulzura que produce el gorgeo de un ave, y otras, con el sonido de una suave llovizna en el tejado.
Si observas con detenimiento, captarás un canto en el ser humano que brilla en el fondo de sus ojos, procura escucharlo.
Las personas han sido creadas para ser escuchadas, sentidas, interpretadas y van por la vida con esa inherente magia musical. Para entenderlas mejor sólo hay que identificar cuál es el instrumento que tocan. Cada persona suena de una manera distinta, cada una tiene sus propias características, sus propios pensamientos, su propia manera de expresarse que podría asemejarse a partituras musicales y, lo más interesante al observarlas, es que cada una lleva un mensaje diferente.

¿Qué instrumento tocas tú? No importa cual sea, puede ser un violín, un piano, una flauta, una gaita, unos platillos o hasta un tambor, todo reside en cómo ejecutas tu propia música, pues de ese modo sonarás en los oídos de quien te escucha.
Aquéllos a quienes llamo mis amigos siempre me han sonado con una música maravillosa, y les aseguro que ¡siempre es un placer escucharles e interpretar sus mensajes!