Ya que hoy se celebra el día de la Tierra, me ha parecido pertinente recordarlas para valorar en su justa dimensión la maravillosa obra que ellas realizan.
En Octubre de 2004 trece abuelas indígenas procedentes de diversos lugares del planeta se reunieron cerca de Nueva York. Asistieron allí en respuesta a las señales que indicaban que había llegado el momento anunciado en antiguas profecías comunes a todos sus pueblos. Estas profecías decían que llegaría un tiempo en que ellas serían llamadas a unirse para salvar a la Madre Tierra y todos sus hijos. En ese esperanzado encuentro ellas crearon el "Consejo Internacional de las 13 Abuelas Indígenas" cuyo manifiesto reproduzco a continuación:
Somos 13 abuelas indígenas.
Venimos de la selva Amazónica, del Círculo Polar Ártico de Norte América, del gran bosque del noroeste americano, de las vastas planicies de Norteamérica, de los altiplanos de América Central, de las Blacks Hills del sur de Dakota, de las montañas de Oaxaca, del desierto del sudoeste de América, de las montañas del Tibet y de la selva de África Central.
Afirmando nuestras relaciones con la medicina tradicional y con las comunidades de todo el mundo, hemos sido reunidas por la visión común de formar una nueva alianza global.
Nosotras somos el "Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas". Nos hemos unido como una sola mujer en una alianza de oración, educación y sanación para la Madre Tierra. Trabajamos por todos sus habitantes y por todos los niños de las próximas siete generaciones.
Estamos profundamente horrorizadas por la destrucción sin precedente de la Madre Tierra, por la contaminación del aire, agua y suelo; por las atrocidades de la guerra, el azote global de la pobreza, la amenaza de las bombas nucleares, el derroche de la prevaleciente cultura del materialismo, las epidemias que amenazan la salud de los seres de la Tierra, la explotación de las medicinas indígenas, y la destrucción de nuestros modos de vida.
Nosotras, el Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas, creemos que nuestras maneras pacíficas de gestión y modos ancestrales de oración y sanación son vitalmente necesarios hoy.
Nos hemos unido para nutrir, educar y formar a nuestros niños. Para defender la práctica de nuestras ceremonias y declarar públicamente nuestro derecho a usar nuestras plantas medicinales libres de restricción legal. Nos hemos unido para proteger las tierras donde nuestras gentes viven y de la que dependen nuestras culturas, para salvaguardar la herencia colectiva de las medicinas tradicionales. En resumen, para defender la Tierra misma. Creemos que las enseñanzas de nuestros ancestros iluminarán el camino por este futuro incierto.
Nos unimos con todos aquellos que honran al Espíritu, con todos aquellos que trabajan y oran por nuestros niños, por la paz mundial, y por la sanación de la nuestra Madre Tierra.
Por todas nuestras relaciones.
"La Tierra es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos.
La Tierra misma está viva.
Somos parte de un universo en evolución.
Somos parte de un universo en evolución.
Somos miembros de una comunidad de vida interdependiente
con una magnificente diversidad de formas de vida y culturas.
Me siento humilde ante la belleza de la Tierra
y hago una reverencia por la vida y por las fuentes de mi ser..."

3 comentarios:
Hola Marysol:
Cualquier acción que mejore la existencia en este mundo es digno de elogio, proceda de donde proceda.
La actitud de estas 13 señoras me parece muy correcta, a ver si consiguen alguna mejora...
Que lo logren!
Cordiales saludos,
Luis
Marysol
Yo me uno al Manifiesto de las "13 Abuelas Indígenas", por la Paz del Mundo y por la sanación y preservación de la Pachamama.
Un beso.
Juan Antonio
Hola, Marysol:
Ojalá esas trece abuelas fueran millones en todo el mundo, a ver si aprendemos a cuidar nuestro planeta.
Abrazos.
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