miércoles

El arte de vivir

En el espejo

paisaje perdurable

veo a mis hijas

Haiku
.


El arte de vivir consiste en saber cuándo debemos aferrarnos a lo que amamos, y cuándo separarnos de ello. La vida es una paradoja: nos exige apegarnos a sus múltiples dones, pero más tarde o más temprano nos fuerza a abandonarlos.

Una vez leí un principio que decia así: " El hombre llega al mundo con el puño cerrado, pero, al morir, su mano está abierta".
Ciertamente, debemos aferrarnos a la vida, porque es maravillosa, de una belleza que rezuma por los poros de la tierra. Todos lo sabemos, pero solemos reconocerlo sólo cuando volvemos la vista atrás para recordar algo que fue, y entonces advertir de repente, que ya no existe.

Recordamos una belleza que se marchitó, o un amor que murió. Y lo que más nos duele es que no vimos esa belleza cuando florecía, y no respondimos con amor al amor que un día se nos ofrendaba.

A veces nos preguntamos: ¿Por qué debemos conformarnos con las contradictorias exigencias de la vida? ¿Para qué crear cosas bellas, si la belleza es efímera? ¿Para qué entregar nuestro amante corazón, si al fin nos separaremos de quien amamos?.
Para resolver esta paradoja, deberíamos buscar una perspectiva más amplia, y contemplar la vida a través de ventanas abiertas a la eternidad, así podríamos comprender que aunque nuestra existencia tiene un final, nuestras obras en la tierra tejen una trama eterna.

Es que la vida no consiste en ser, simplemente; es un devenir, un flujo incesante. Nuestros padres siguen viviendo a través de nosotros, y nosotros nos perpetuamos en nuestros hijos. Las instituciones que fundamos perdurarán y sobreviviremos con ellas. La belleza que creamos no mengua con nuestra muerte. La carne sufre estragos, y aunque las manos se marchitan, lo bueno, bello y verdadero que han creado, permanecerá por siempre.

13 comentarios:

SEISITO dijo...

MARYSOL, esa es una reflexion que nos hacemos todas las madres en algun momento, especialmente cuando han abandonado el nido, pero igual queda la satisfaccion de que lo hicimos bien.
cariños a tus hermosas hijas.
Antonia

Luis dijo...

Hola Marysol:
Que tu ventana permanezca siempre abierta...
Que entre por ella siempre la luz...
Un cordial saludo,
Luis

Anónimo dijo...

creo que hay un momento en la vida que reflexionamos sobre ésto............
gracias por hacer que piense!!!
me viene bárbaro......
besos

Hada Isol ♥ dijo...

Hola ! que lindo blog,te expresas con dulzura,lo que dices es así nuestros hijos son un espejo mi hija es igual a mi nací de nuevo en ella,ser madre es una experiencia unica,son mi amor más grande! tus hijas son preciosas tienes unas princesas bellas,te felicito!!!!!!!!!!!

goyo dijo...

tienes mucha razon, mujer !!!
Y no te olvides, nosotros, que usamos la palabra, seremos eternos...
un beso

Lilyth dijo...

Dejar crecer, o abrir la mano para que cada sueño, cada parte tenga su propio vuelo nos permite conocer la belleza que encierra cada ser, belleza que solo alcanza en total libertad

Nerina Thomas dijo...

Hola amiga!!
Tu reflexión nos hace crecer, discernir y nos respondes preguntas que nos hemos hecho sin duda.
Desde tu pensamiento, tu ternura lo compartes y yo lo capitalizo.
Gracias por estar!!
un mimo al alma!!

Silvia dijo...

holis!bellísimo porst...
muy ciertoi...la vida....lo que hemos hecho...nuestras hijas la gran prolongación..
un placer visitarte..
besotes.
silvia cloud

María dijo...

El amor culminado hace germinar y que se prolongue en nuestros hijos, los cuales son amor eterno.

Un beso.

TORO SALVAJE dijo...

Quisiera tener tu mirada.
De verdad.
Qué feliz sería con ella.
Felicidades.

Besos.

Consuelo Nicolini dijo...

Querida Marysol,
A mis hijos los amo mas
que a nada en el mundo y
son el mayor regalo que
vida da me dió.
Sé que algún dia volarán con
sus propias para ello
haber cumplido mi meta
como madre.
Un fuerte abrazo para ti
otro para tus bellezas.

Anónimo dijo...

MIS PENSAMIENTOS. MERCE CARDONA.

Dice, ya puedo escribir en mi blogs, cuando te apetezca puedes volver, te recibire con mucho cariño.

Que gran vedad dices, haveces nos aferraamos a nuestros amores con demasiado ainco, pero los hijos son como los pájaros, cuando tienen la alas fuertes vuelan, pero nosotras admiramos su vuelo y sabemos que hemos hecho lo mejor que podemos.

Un besosoooooooooooooooooooo

sinespacio dijo...

Preciosa entrada Marisol, con lo dura y dificil que es la vida, hay que tener -como bien dices- las ventanas abiertas para seguir en la brega.
Un beso enorme y un fuerte abrazo