sábado

Declaro frente a mi imagen

Con algunos sentimientos confusos, hoy por la mañana me he mirado fijamente en el espejo. Ha sido un nuevo descubrimiento de mi misma.
Me puse frente a la dolorosa verdad de que mis opciones son cada vez mas limitadas.  Ahora me cayó la teja de que no viviré para siempre, y me llegó la plena conciencia de que ya sobrepasé la mitad del viaje. Me fijé detenidamente, al verme sin ropa, que todo se me ha colgado por lo menos 2 centímetros sin contar las arrugas que aparecieron por doquier, y las canas que debo esconder tinturando mi
 pelo;  y dejo de sonreír.
  
Le dije adiós a la sensación de inmortalidad que solía tener, a esa convicción de que casi todo era posible...Y le di la bienvenida a la época de mi plenitud. 
He empezado a "pertenecerme" de una manera natural a esta edad, a conocerme y a aceptarme. Percibo con mayor claridad mis virtudes y perdono mis fallas y defectos. Acepto mis sentimientos y deseos oscuros, me refiero a las envidias, enojos y pensamientos malvados, y reconozco que son parte de mí sin que eso me impida decir: "Soy una buena persona".

Comprendo que a esta edad llevo en mi interior un cúmulo de emociones contradictorias, pero las acepto y me siento a gusto conmigo misma. Sé que en esencia sigo siendo una madre buena y amorosa, sé que no he dejado de ser buena amiga, sincera y constante, aunque por dentro me alegre de que mi compañera de universidad, que era muy delgada, tenga ahora que ponerse a dieta como yo.
Aceptar mi lado oscuro me permite ser mas tolerante con los demás, puedo ver a las otras personas como seres imperfectos, de carne y hueso que, al igual que yo, son una mezcla de luz y de oscuridad. Mis opciones han disminuido y  muchas puertas se me han cerrado. Pero pienso en las que estoy empezando a abrir y en los recursos que dispongo para entrar por ellas y adueñarme de mi propia vida. 

He aprendido a no derrumbarme si fallo, pues a esta edad es cuando ya sé sobrevivir. He aprendido a que puedo caerme, lastimarme, volver a levantarme y seguir adelante, que lo que parece ser un daño irremediable, en raras ocasiones lo es. He aprendido a consolarme a mi misma y a buscar en otras personas el consuelo cuando así lo necesito.  He aprendido que puedo hacerle frente a lo que me depare la vida, porque aún me queda energía, la claridad y la visión necesarias para saber lo que deseo y como obtenerlo, y así poder seguir adelante. En definitiva, declaro frente a mi imagen, que voy a disfrutar de éstos años interesantes como si fueran mi mejor edad.

No hay comentarios: